Camilo

Curiosa forma de cafetería/pizzería típico y hasta me atrevería a afirmar “exclusivo” de Buenos Aires. Se trata de pizzerías antiguas (que el concepto “pizzería” también es una argentinización del original italiano), grandes locales fundados a principio del s. XX donde vendían originalmente variedades de pizza, pero con el correr de los años se convierten en restaurantes de cualquier tipo de comida que además, sirven pizza. Y luego, en los 80/90, con el objetivo de aggionarse, adaptaron la indescifrable forma de “pizza cafe”: adecuar los locales (muchos de ellos tenían la misma decoración que en los años 50, pero muy venidas a menos) con una decoración que mezcla madera, cristal, tonos ocres, amarillos… Total, que le lavaron la cara y lo torcieron hacia una imagen más de cafetería “moderna”, con pretensiones de “diseño” y calidez, contraria a los tubos fluorescentes y mesas blancas de las antiguas pizzerías. Cambiaron el diseño de sus menús (ahora los hacen diseñadores y no es más una imprenta que les permite 3 o 4 variantes de tipografías, obviamente sin fotos), ponen estrafalarias copas heladas y, claramente, pizza, pero no ya la clásica “mozzarela” o “fugazza”, sino con nombres un poco más elegantes y en combinaciones más new age. El tema es que la fórmula se replicó en las miles de pizzerías de la ciudad y todas perdieron esos detalles que hacían más facil distinguir una de otra, o de un barrio u otro. Todos los pizza cafe de hoy son exactamente iguales, sean de Belgrano, La Boca, Palermo o Liniers.

Pizza café, es muy complicado definirlo, hay que visitar alguno.